Si mi historia terminara hoy y fuera un cuento terminaría como terminan los cuentos que terminan bien. Y se mudaron a Bali, fueron felices y comieron perdices.
Pero antes de tener la vida que siempre había soñado, ha habido un largo camino.
Desde pequeño me ha apasionado la felicidad, tanto es así que en mi casa me llamaban FELICIANO. Para mí la felicidad se basa en poder elegir las cosas que hago y tener tiempo para realizarlas. Pero claro, esto implica ir realizando muchos cambios para conocer lo que realmente me gusta. ¡Realmente soy un amante de los cambios!
Tuve la suerte de poder dedicarme un año de mi vida a mi mismo. A conocerme y conocer muchas vidas diferentes. A descubrir lugares increíbles y poder saborear comidas que jamás me hubiera pensado. Este viaje me cambió la forma de ver la vida y sin duda ha sido el punto de inflexión. La conclusión que saco es: La vida está hecha para vivirla. Así de fácil
Me dedico ayudar a Balientes (sí con B) a diseñar la vida de sus sueños y vivirla como desean.